La Comisión para la Inclusión y Representación Política de las Mujeres, la Mesa de Género de la Cooperación Internacional en Colombia con el apoyo de PNUD han publicado el Manual de Reportería Política con enfoque de Género.

¿De qué se trata?

Es un manual escrito por periodistas para periodistas. Es producto de una investigación que trata de responder a la pregunta básica: ¿si el sexo femenino es la mitad de la población colombiana y un poco más, si desde hace varios años pone la mayoría de los votantes en cada elección y si hace rato hay más graduadas que graduados en casi todas las disciplinas, por qué son tan escasas las mujeres en el Capitolio Nacional, en los concejos de los pueblos y en las asambleas; por qué nunca ha habido una Ministra del Interior o una de Hacienda?

Este documento ofrece diferentes hipótesis que tratan de responder a estos interrogantes, que parece en la realidad, no ofrecer una respuesta única, pues se sigue observando una situación de desigualdades y exclusiones.

¿Qué contiene el manual?

El manual está dividido en 8 partes: La primera, a modo de introducción, es un test para descubrir “machistas” que no se reconocen como tal o no se dan cuenta que lo son y trabajan en medios periodísticos. La segunda parte, es un recuento histórico y muy breve, de muchos de los argumentos que se dijeron de las mujeres en el siglo X, para no darles el derecho a la educación, al manejo de su propio patrimonio y a la ciudadanía.

La tercera parte, es un marco sobre dónde están las colombianas de hoy, qué han obtenido y qué les falta en el camino. El cuarto capítulo es sobre política. El sexto capítulo es una mirada de los medios de comunicación, los cuales guardan muchas similitudes con el mundo de la política.

“Hay ocho actitudes en la prensa y en los periodistas que no son la mejor contribución para cambiar este orden de cosas:

1. Hacer notas sobre las mujeres o en las notas incluir lo que le pasa a las mujeres.

2. Estar siempre presente y atento al manejo del lenguaje

3. Incluir voces femeninas en las redacciones, para los temas tradicionalmente complejos o difíciles.

4. Multiplicar las fuente femeninas.

5. Hacer la labor de buscar la faceta humana de todos los hechos.

6. Abordar las mujeres como protagonistas.

7. Prestar atención y estar alerta a lo que se llama los «prejuicios positivos»

9. Amplia la base de consulta. Estar indagando en gente nueva.”

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En el séptimo apartado, se presentan una serie de propuestas para hacer un periodismo más incluyente, sin sexismo, con una perspectiva más amplia y a tono con la dinámica del mundo y de los países vecinos donde se está legislando, tomando decisiones y enmendando errores para que media población no siga quedando por fuera de la toma de las decisiones. Para terminar, el octavo capítulo es un directorio de fuentes institucionales de información con perspectiva de género.

Más información:

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